EL NIÑO LABORIOSO.
de
los seis años a los siete años logra tener gran autonomía, se siente muy
independiente y a la vez más consciente de los demás.
Le
gusta la aventura y la exploración y muchas veces es indeciso, porque ya conoce
sus cuáles son sus miedos y sus habilidades, sabe hasta dónde puede ir y hasta
donde se puede arriesgar, pues al mismo tiempo conoce los peligros que lo
rodean.
Razona
de una manera muy aguda e inteligente y, aunque sigue siendo muy crédulo e
inocente, no se le puede contar cuentos forzados o medias mentiras porque las
descubre fácilmente.
aprende
de todo lo que lo estimula e interesa, sueña y fantasea despierto, y lo que se
propone por voluntad propia trata de lograrlo. Es muy sensible a la compañía de
otros, a los halagos pero también a las amenazas.
A
esta edad muchos niños ya asisten a la escuela. Es importante estimular en
ellos el gusto por estudiar y aprender, el respeto por la profesora y las
reglas de la escuela.
busca
respuestas racionales a todo lo que quiere aprender y entender, es ingenioso y
creativo.
le
gusta mucho compartir experiencias y conversar con su grupo de amigos.
Angie Cadavid Taborda
11°3